16.9.16

Me siento preso de mi cuerpo, de esta sociedad.

Los días que paso sin tocar una gota de alcohol me hacen sentir un poco distinto.

Mientras, al otro lado de este espejo llamado tierra, un amigo cumple años y vive a pleno su juventud, mientras por estos lados, me siento igual que siempre.

Otra vez tuve un sueño donde en cada decisión que tomaba, me alejaba más y más de la situación que vivo estando despierto (no vivo)... Y siguen las mismas personas y sentimientos. Mismos gustos y placeres... Mismos deseos.

MISMO DESEO.

Me seduce el deseo de estar abrazado por un rato, diariamente, a ella. Mas el propio deseo, no me atrae, me disgusta; y me disgusto.
Me disgusto por cada realidad, cada etapa en poder cumplirlo. Y cada vez lo encuentro más alejado.

Quise despertar, aun quiero...

Quiero reproducirme, pero no por medio de herencia, ni de sangre.
Quiero llegar a la cima y poder ver desde ahí, todo. Y observar cada cosa. Contemplar cada acto... Sin sentir en piel, lo visto, pero siempre entendiendo. Sabiendo.

Y me quiero despertar de toda esta situación, que el alcohol no exista, y las injusticias se resuelvan por medio de un bien común.
Que la sociedad no te haga sentir ningún encierro.

Quiero, deseo. Espero. Me desilusiono, y vuelvo. Vuelvo a estar de pie donde todo esto no existía, todo este pensamiento. Todo este pesar...

Pero no quiero despertar antes que ellos . Sino: ¿quién los va a cuidar?

Igual que siempre, hago lo mismo, solo que esta vez, lo comparto.

Aunque igual que siempre me sienta, sé que esta noche no será como todas las anteriores.
Aunque tengo las mismas posibilidades de siempre, hoy puede que sea todo distinto.
Y la idea me seduce. Y me atrae.
Hasta me motiva a hacer algo diferente.

Quiero reproducir mis ideas y deseos. Mis pensamientos. Vivir la verdadera realidad.
Pero hoy, por mi garganta, ya bajó alcohol.

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