Describirte sería imposible, aunque la palabra que más se acerca es
-utopía-.
Nuestro encuentro no fue uno de los más
esperados, pero sí uno de los mejores. Serpiente!
Me clavaste una sensación escalofriante,
miradas.
Vueltas, vueltas y más vueltas pasaron.
No supe reaccionar más que eso.
Una conexión. Perfección. Un segundo.
Fuiste la única desde el primer momento,
fuiste comprensible y amable.
Y creamos juntos muchas metáforas, y nos
gustaban. Y las entendíamos, y nos reíamos.
Pero bastaba con creer que cada noche iba a ser diferente para tener amaneceres distintos.
Un recuerdo marginal fue cuando nos
querían separar, que nos inventaron excusas, y nos las creímos, pero supimos
muy en el fondo de que se trataba todo.
Y crecimos.
Ahora nos miramos directo y nos
preguntamos, que podría haber pasado después.
Y nos replanteamos la situación y nos
volvemos a elegir, erróneamente. Ciegamente.
Y ahora estamos frente a frente, con
sentimientos sin nombres, cada vez más cansados.
Y ahora nos estamos yendo a dormir, a descansar
para que el mañana nos traiga mejores recuerdos y mayores alegrías.
Utópicas alegrías.
Tu mirada. Ese momento! ESA MIRADA! QUE
MOVIMIENTO!...
Con razón Adán no se pudo controlar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario