30.1.13

Esperando vivir el final de éste cuento infantil


La rutina hace que la vida me empiece a desinteresar. Obligaciones y responsabilidades conllevan para sobrevivir y no terminar de vivir libremente… Salirse de la rutina y experimentar nuevas sensaciones, que hasta el día que ya todas las hayas conocido… Después solo queda acostumbrarse y aunque muchas veces no lo queramos, tolerarlo…

Cuando te DAN libertad uno quiere vivir, pero al saber que hay que volver, hace controlarte: Nos controlan dándonos libertad… Cuando pensás escapar? Vivir? Cuando? Esperando a que simplemente pase algo sin hacer nada haciendo buena letra? Claaaaro… Ahora entiendo, no es miedo ni paja, es el haberse acostumbrado a vivir rutinariamente y no en el presente…

Todos sabemos que nos puede esperar mañana, pero tenemos noción de que pueda haber algo fuera de lo normal, pero como en algunos muy seguido no pasa, no tiene preocupación alguna…
A mi me empacha lo dulce muy dulce, como ser una porción de la torta que le obligan a comer al compañero de Matilda…

Chicles.

Chicles en los kioscos, abajo de la silla, en el escritorio, en el tacho de basura, en el techo, en el piso, en la suela, derretido en el pavimento. Echos bolitas, tiritas, planos, largos, estirados, inflados… En el pelo es un bajón, suerte que nunca me paso, hasta el día de hoy… No quisiera que me pase, como al chico aquel, de le empezaron a tironear, y lloraba... Éramos chicos… Al otro día apareció pelado, tenía la cabeza con alguna forma diferente, ese tiempo de decíamos Alien, por la película…

Éramos inocentes… 
No se hablaba de sexo… 

Creo que la inocencia la empezás a perder cuando pensás en las diferencias corporales entre géneros y las posibilidades de que al saber que se siente, después querés probarlo todo…
Muchos cansan en el camino y se vuelven personas que viven, que están, que se diferencian, pudiendo comunicarnos entre entes…  Tener cosas de que hablar, entendernos… Llegar a conocernos… A empezar a querer sentirse entero… MÁS entero… Saber olvidarse de la rutina en la mitad de tiempo que lo logras entendiendo profundamente cada sentimiento… Saberlos y callar… Querer y atraerlo para conquistarlo y saberlo… y callar… y seguir esperándote…
Mientras vos roncas…
Esperando ser el primero en decirte: ‘Buen día’, sea la hora que sea…

Y sentir olor a quemado… Y cargar una botella con agua por las dudas…

Llegar a sentir la misma euforia extasiante, sentirlo y quererlo...
Son instantes…
Sentir no poder soportarlo…

Es querer controlar algo estando totalmente descontrolado…

El final de la vida empieza al saber que se pueden controlar los aposentos internos, los lugares únicos dentro de uno… El ritual lo comprendes cuando comprendes a los que te comprenden, sabiendo que entre entendidos se va mejor…
El destino, la meta, el lugar, la puerta final, la descubrís cuando te descubrís, y cuando por fin logras entender cada lugar, bellos y oscuros, saber ser neutral entre lo que nos va pasando al transcurrir el tiempo…

Saber ser especial cada momento… Saber hacerlo especial… Querer hacerlo… Hacerlo…

La vida se acaba cuando te das cuenta que siempre todo se acaba… Después de eso, empezar a ser… Buscar ser un ser especial… Al menos para alguien…
Resultarnos especiales y que nos guste…
Llegar juntos a esa euforia y latir fuera de la realidad un momento… Ese momento… Esos momentos…

Lo bueno es saber que ciertas imaginaciones pueden ser vividas realmente…

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